El desencanto se ha generalizado en los medios sociales. La invasión a nuestra privacidad, las opiniones sin fundamento, la distorsión y manipulación de la información, la trivialidad, la invasión de las campañas publicitarias y las constantes demostraciones de intolerancia refuerzan en gran medida la presente desilusión por las redes sociales y por el entorno digital en general.
Situaciones como los casos de robos masivos de datos de perfiles personales como el reconocido por el fundador de Facebook en manos de la firma británica Cambridge Analytica o el aumento cada día más notorio de la invasión de las empresas con sus campañas publicitarias en los medios sociales son algunos de los motivos que están acentuando el desencanto de las personas por estos medios.
Temas relacionados que te pueden interesar:
- Mentiras en Internet. Las noticias falsas no paran de crecer en la red
- Manipulación de datos personales en el entorno digital
- Actualidad en las Redes Sociales más representativas
El origen del Desencanto
Las redes sociales eran, en un principio, un lugar de encuentro de personas que se buscaban por ciertas afinidades en común. Contenidos, actividades, opiniones o simplemente por la motivación de conocer a otras personas eran algunas de las razones para continuar activamente en ellas. En la actualidad la razón de tener un perfil activo en alguna red social se ha desvirtuado completamente.
El crecimiento y la concentración
La gran proliferación de las distintas redes sociales y el aumento exponencial en el uso de los dispositivos móviles, planteo una transformación desmedida para captar nuevos seguidores y no perder a los seguidores ya captados. La concentración excesiva de seguidores en unos pocos medios sociales como es el caso de Facebook, llevo a que nos veamos obligados a aceptar casi sin ninguna posibilidad de dar nuestra opinión los distintos cambios que se han producido y que solo apuntan a una única dirección, mejorar los resultados económicos por parte de las compañías que tienen el control del medio social.
El factor económico
El gran poder que algunas empresas digitales han alcanzado, ha llevado a que concentren algunas de las redes sociales más importantes. Los casos de Facebook que adquirió Instagram y WhatsApp, Google que compró YouTube o Microsoft que se hizo con el control de Skype y LinkedIn, por cifras escandalosas como es el caso de WhatsApp adquirida por unos 16 mil millones de dólares, son algunos ejemplos muy claros del enorme potencial económico que poseen los medios sociales para las grandes compañías tecnológicas.
El alcance orgánico en todos los medios sociales ha caído en picado. La calidad del contenido ya no representa la gran diferencia para llegar a un número interesante de potenciales seguidores. Mediante el uso de campañas publicitarias dirigidas de forma masivas utilizadas en la actualidad, se consiguen alcanzar niveles muy interesantes de penetración en la audiencia.
La gratuidad de otras épocas está desapareciendo para dejar paso a las acciones de pago que solo están al alcance de empresas que disponen de un significativo presupuesto para realizar este tipo de campañas publicitarias.
Pasar del Desencanto a la ilusión
En el panorama cercano, no se vislumbran cambios sustanciales. Al contrario, se refuerzan las tendencias relacionadas con las experiencias actuales.
El factor económico se ha vuelto determinante en el entorno digital. El valor de la información relativa a los datos de las personas ha alcanzado cotas que se han vuelto sumamente atractivas para las empresas tecnológicas.
La gratuidad en el entorno digital se ha transformado radicalmente. Actualmente el producto más atractivo es el propio usuario. La información adquirida mediante procesos de recolección de los datos personales de los usuarios ha pasado a tener un gran valor potencial y a ser determinante.
Aunque reina el desencanto en la actualidad, la ilusión de volver a estar nuevamente inmersos en entornos donde reine el contenido de calidad y abunden las buenas oportunidades de aprendizaje continuo, mantienen intacta la intensión de buscar siempre nuevas alternativas.